asi encontre mi peluca oncologica

Así es como encontré mi peluca oncológica

Mi madre tiene 58 años y hace casi una década que dejó de usar peluca. Era de la clase de personas que nunca había tenido ningún problema de salud hasta que el cáncer llamó a su puerta. De aquellos años me acuerdo de lo mucho que su peluca oncológica le ayudó a sobrellevar mejor su enfermedad. De hecho tenía hasta varias pelucas y le gustaba intercambiarlas para verse distinta según la ocasión. Tan coqueta ella como siempre.

Cuando la quimio acabó y su pelo volvió a crecer la acompañé a donar sus pelucas en una iniciativa llamada Peluca Solidaria. Lo hizo con pena porque sus pelucas la habían ayudado muchísimo para su autoestima, pero las donó con la ilusión de saber que estaba ayudando a otras mujeres con cáncer y sin recursos que iban a pasar por lo mismo que pasó ella.

Quién nos iba a decir que esa próxima mujer iba a ser yo… Su hija.

Nunca he fumado. Alcohol no bebo (bueno, una copita de vino tinto de vez en cuando en las comidas). Siempre me he mantenido activa y llevo una dieta equilibrada a base de legumbres y verduras. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, hace unos meses que me diagnosticaron cáncer de mama y con los primeros ciclos de quimio mi pelo se comenzó a caer.

Ahora mismo llevo peluca para quimioterapia. Igual que mi madre hace unos años. Y aquí estoy para contaros mi experiencia. Así ha sido mi primera semana llevando peluca.

En busca de mi peluca oncológica

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Este año se diagnosticarán casi 280.000 cánceres en España, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) basados en Redecan, la Red Española de Registros de Cáncer.

Nunca pensé que me vería a mí misma dentro de estas cifras.

Un día llega el día en el que el oncólogo dice la frase que yo llevaba meses temiendo: “prepárate para la caída del cabello”. Menos mal que mi madre, con toda su experiencia, estaba ahí para apoyarme.

Desde que me diagnosticaron la enfermedad no había parado de darle vueltas al hecho de llevar peluca y justo ahí me empezó a entrar un poco de pánico. El recuerdo de ver a mi madre con sus pelucas y de repente estar yo también en su misma situación fue un palo muy duro de asimilar. Además, la quimioterapia provoca mucha sequedad y mi cuero cabelludo ya no es como antes. Está súper sensible.

Tenía miedo. ¿Sería capaz de llevar peluca sin sentir molestias o picores como hizo mi madre?

Compré mi peluca oncológica en Natura Hair Systems

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Cuando tuve que empezar a buscar peluca decidí seguir los pasos de mi madre y pedí cita en Natura Hair Systems. No podía ser de otra forma.

Allí trabaja Ana, la persona de máxima confianza para mi madre durante su enfermedad. Ahora las tornas habían cambiado y su clienta era yo. Ana logró que cambiara completamente mi percepción de las pelucas. Aunque estaba acostumbrada a ver a mi madre con sus pelucas oncológicas en casa, peinándolas, lavándolas… hasta que no te ponen una peluca en la cabeza no es lo mismo.

Nos metimos en una de las dos cabinas individuales privadas que tienen en Natura. La misma en la que había estado con mi madre muchos años atrás…

Llegó el momento de ponerme mi primera peluca y la primera palabra que me vino a la cabeza fue “rara”. Así es como me sentía. Ana enseguida se dio cuenta, así que me tranquilizó, me miró a los ojos y me dijo: “de aquí no nos vamos hasta que demos con la peluca con la que te sientas realmente bien”.

Escuchó todas mis necesidades y hablamos mucho sobre mi estilo de vida, lo que me gustaba hacer, si hacía o no deporte… Fue como hablar con tu mejor amiga. Conectamos muy rápido porque Ana es un encanto. ¡Logró que empezara a emocionarme y quisiera probarme más pelucas!

La primero que había que decidir era: ¿peluca de pelo natural o peluca de pelo sintético? De ver a mi madre en casa sabía que las pelucas sintéticas eran más fáciles de manejar ya que siempre están peinadas. Sin embargo, Ana dejó que me probara distintos modelos tanto en pelo natural como en pelo sintético. Estudiando la morfología de mi cara, Ana acertó de lleno con su selección de pelucas hasta el punto de me costó elegir solo una.

Finalmente elegimos dos modelos de peluca de pelo sintético: Angel y Kiwi. Y no me marché de allí sin hacer algo a lo que no quería enfrentarme yo sola: raparme la cabeza.

Ana se encargó de todo y puedo decir que hasta hubo momentos de risas en la cabina. En Natura son así. Te lo ponen muy fácil y te sientes tan protegido que por un ratito se te olvida la enfermedad. Solo tengo palabras positivas por todo lo que han hecho por mí.

Además, hay una cosa en lo que ellos son únicos. Son la única fábrica de pelucas que existe en España.

Por tanto, si tienes cualquier problema con tu peluca, ellos te lo solucionan.

Con el uso y el tiempo, las pelucas pueden perder densidad o se pueden dar un  poco de sí. Como son fábrica, puedes dejar tu peluca en su taller y ellos realizan los arreglos que sean necesarios. Desde picar más pelo en la base, hasta realizar ajustes o modificar el color y el corte si lo que quieres es cambiar.

Natura es la única empresa del sector que puede hacer esto porque cuentan con toda la infraestructura y la experiencia necesarias.

Si compras una peluca y por lo que sea, necesitas arreglos o ajustes, es muy probable que lo terminen haciendo ellos. Porque son los únicos que disponen de fábrica en Madrid y en España.

Llega el momento de hablar de mis primeras sensaciones llevando peluca, pero si os parece os lo cuento con más calma en un próximo post.

¡Os espero la próxima semana!

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